El grupo neonazi Núcleo Nacional se vuelve a congregar este sábado tan solo dos semanas después de su última marcha junto a Falange el pasado viernes 23 de abril. En esta ocasión, la organización de corte fascista ha decidido no reunirse frente a la sede del PSOE en Ferraz como acostumbran, sino que han decidido dar un paso más allá, personarse frente a un centro de acogida de menores migrantes para hostigar a los jóvenes que allí residen.
La convocatoria ha sido difundida a través de las redes sociales y su canal de Telegram, aunque el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, rechazó la petición para concentrarse frente al centro de menores de Hortaleza alegando que ésta suponía un riesgo para el orden público y los derechos fundamentales de los menores tutelados. “El derecho de reunión no ampara el hostigamiento ni la incitación al odio”, sentenciaba el comunicado.
Sin embargo, como es típico entre los grupos fascistas, sus coordinadores emitieron un comunicado en el que pretendían desafiar al Gobierno anunciando que la convocatoria se mantenía en píe y calificando la decisión de Martín Aguirre de “dictatorial” y “arbitraria”. Este comunicado está fechado el 30 de mayo, pero como cabía a esperar, tan solo unos días después, a través de Telegram comunicaban a sus afiliados que la convocatoria podría no celebrarse. “Como no sabemos absolutamente nada de lo que pueda acontecer, os avisaremos el mismo sábado con la mayor antelación que nos sea posible, si se podrá realizar o no la manifestación y donde tendrá lugar”, anunciaba el texto.
Por el momento, los neonazis del Núcleo permanecen investigados por la Guardia Civil por un posible delito de odio tras hacer un llamamiento en redes sociales “a combatir” contra “la invasión migratoria”. Ahora bien, el grupo sostiene que esta investigación no tiene una base sólida, que su discurso no es de odio, sin embargo, este sábado planean amenazar a menores de edad tan solo por ser migrantes. En su marcha conjunta con Falange por el corazón de la capital, los militantes del Núcleo gritaban a viva voz: “Ni un puto MENA en Madrid” y “España cristiana y no musulmana”, cánticos cargados de un profundo racismo y xenofóbia.
La estrategia de amedrentamiento que sigue Núcleo Nacional no se limita solo a esta concentración ilegal. Las últimas semanas, grupos reducidos de sus militantes han patrullado el barrio de Hortaleza para colgar sus carteles con propaganda racista y xenófoba, algo que muchos de los vecinos han rechazado. En este clima de tensión, se llegó a producir un enfrentamiento entre uno de estos grupos ultras y unos vecinos de la zona acabando con varias agresiones.
Reacción antifascista
Ante la violencia que representa Núcleo Nacional, la Coordinadora Antifascista de Madrid ha respondido organizando una contramanifestación para este mismo sábado una hora antes. “Frente al auge de grupos fascistas en nuestras ciudades y contra la normalización de sus alegatos racistas. Nos vemos este sábado 7 de junio a las 18h en Hortaleza. Porque el racismo y el fascismo no tienen cabida ni en Hortaleza, ni en ningún barrio”, comunicaba la coordinadora a través de las redes sociales.
El hartazgo de la población con este auge de grupos fascistas se está haciendo cada vez más latente. En su anterior convocatoria con Falange, numerosos grupos antifascistas se reunieron en Tirso de Molina, superando notablemente el número de asistentes frente a los presentes en la manifestación de extrema derecha.
El centro de menores de Hortaleza
El Madrid existen más de 100 centros de menores tutelados, sin embargo, el de Hortaleza representa todo lo que esta mal en la red de protección de la Comunidad de Madrid. El centro está alojado en un viejo caserón en el corazón del barrio madrileño. En él, se preveía la convivencia de unos 30 jóvenes en el momento de su apertura, actualmente residen hacinados en viejas y cochambrosas habitaciones más de cien menores migrantes.
Ya en 2018, el centro alcanzó un número récord de residentes, su capacidad estaba al 338%. Este año ha vuelto a ser noticia después de que un incendio dañara parte de su estructura y con la detención de dos menores magrebíes acusados de atacar con un cúter a un joven de Gambia residente también del centro. Según las informaciones de UGT y CCOO, más del 60% de los trabajadores se encuentran de baja, en su mayoría después de sufrir episodios de ansiedad.
El centro de menores de Hortaleza es el claro ejemplo de la terrible situación en la que se encuentran los jóvenes migrantes tutelados por la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso. El abandono institucional que sufren los jóvenes hace que este centro tan solo sirva como un techo bajo el que dormir. Una vez cumplen la mayoría de edad, la mayoría de estos jóvenes son lanzados a la calle sin una formación y, en muchas ocasiones, sin conocer el idioma.